No por tu justicia, ni por la rectitud de tu corazón entras a poseer la tierra de ellos, sino por la impiedad de estas naciones Jehová tu Dios las arroja de delante de ti, y para confirmar la palabra que Jehová juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob.
Deuteronomio 9:5
No pienses en tu corazón que eres merecedor de la gracia.
Tal vez esto te caiga como un balde de agua fría, pero siempre debemos tener uno a la mano para recordarnos que debemos ser humildes.
Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios.
Marcos 10:18
No lo decimos nosotros, lo está diciendo Jesús mismo: sólo Dios es bueno.
Muchas personas se preguntan porqué Dios permite la destrucción de personas, pueblos y/o naciones, y esto no es porque haya personas buenas, sino porque hay personas corrompidas por el pecado y la maldad.
No es porque haya justos ni rectos, sino por la impiedad de ellos.
Y si fuéramos merecedores de algo, sería de la destrucción, porque todos pecamos y estábamos destituidos de la gloria de Dios (Romanos 3:23).
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos).
Efesios 2:4-5
Sí, solo por Su gracia, por Su gran amor, aunque estábamos completamente condenados, nos dio vida junto con Cristo, su Hijo amado, en quién Él tiene complacencia.
Siempre debemos tener presente, a la hora de ir a conquistar la promesa de que no somos merecedores de ella y ser humildes delante de Dios, reconociendo que gracias a Él y a su amor, es que podemos caminar hacia ellas.
Tenemos un Dios justo y misericordioso, que le da gracia a los humildes, pero que a los soberbios mira de lejos. Y todas aquellas naciones que viven en impiedad, tarde o temprano serán juzgadas y arrojadas. Todas las autoridades que están contra Dios tarde o temprano serán tendrán un veredicto, si no se arrepienten.
Por esta razón es que necesitamos ser conscientes y reconocer que todos fallamos, y caminar nuevamente con mansedumbre y humildad, tal como Jesús nos enseña.
Toma un tiempo el día de hoy para agradecer a Dios su misericordia y amor por ti, y por lo que quiere hacer contigo. Serie: Conquista tu promesa.
Revisa el plan completo en: https://instruccionespersonales.com/conquista-tu-promesa/
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