Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.
Deuteronomio 4:9
Moisés quería asegurarse de que el pueblo no olvidara todo lo que había visto hacer a Dios, por lo que instó a los padres a enseñar a sus hijos acerca de los grandes milagros de Dios.
Esto ayudó a los padres a recordar la fidelidad de Dios y proporcionó un medio para transmitir las historias que relatan los grandes actos de Dios de una generación a la siguiente.
Es fácil olvidar las maravillosas formas en que Dios ha obrado en la vida de su pueblo. Pero puede recordar los grandes actos de fidelidad de Dios contándoles a sus hijos, amigos o compañeros lo que lo ha visto hacer.
Aviva la tradición oral.
Leamos la Biblia: Deuteronomio.
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