Entonces dijo Saúl a su escudero: Saca tu espada, y traspásame con ella, para que no vengan estos incircuncisos y me traspasen, y me escarnezcan. Mas su escudero no quería, porque tenía gran temor. Entonces tomó Saúl su propia espada y se echó sobre ella.
1 Samuel 31:4
Saúl enfrentó la muerte de la misma manera que a menudo enfrentó la vida: tomó el asunto en sus propias manos sin pensar en Dios ni pedir su guía.
Si aún no llevamos vidas que agradan a Dios, no debemos suponer que un cambio de estilo de vida vendrá más fácilmente más adelante.
Simplemente continuaremos respondiendo a Dios de la misma manera que hemos respondido todo el tiempo.
Afrontemos la realidad y comencemos ya a llevar una vida que agrada a Dios antes de que sea demasiado tarde.
Leamos la Biblia: 1 Samuel.
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