Cuando Roboam había consolidado el reino, dejó la ley de Jehová, y todo Israel con él. Y por cuanto se habían rebelado contra Jehová, en el quinto año del rey Roboam subió Sisac rey de Egipto contra Jerusalén.
2 Crónicas 12:1-2
Aquí “Israel” se refiere a Judá, el reino del sur. Durante sus primeros tres años en el trono, Roboam intentó obedecer a Dios y, como resultado, Judá prosperó. Pero luego, en la cima de su popularidad y poder, abandonó a Dios. El resultado fue la destrucción porque Dios permitió que Egipto conquistara a Judá.
¿Cómo pudo pasar esto? A menudo es más difícil ser creyente en los buenos tiempos que en los malos.
Los tiempos difíciles nos empujan hacia Dios, pero los tiempos fáciles pueden hacernos sentir autosuficientes y satisfechos. Cuando todo vaya bien, guarda tu fe muy de cerca para asegurarte de no olvidarte de Dios.
Leamos la Biblia: 2 Crónicas
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