Mas luego que fue puesto en angustias, oró a Jehová su Dios, humillado grandemente en la presencia del Dios de sus padres. Y habiendo orado a él, fue atendido; pues Dios oyó su oración y lo restauró a Jerusalén, a su reino. Entonces reconoció Manasés que Jehová era Dios.
2 Crónicas 33:12-13
En una lista de los reyes más corruptos, Manasseh estaría entre los primeros. Su vida fue un catálogo de malas acciones, incluida la adoración de ídolos, el sacrificio de niños y la profanación del templo.
Eventualmente, sin embargo, se dio cuenta de sus pecados y clamó a Dios por perdón. Y Dios escuchó. Si Dios puede perdonar a Manasés, seguramente puede perdonar a cualquiera.
¿Estás agobiado por una culpa abrumadora? ¿Dudas que alguien pueda perdonarte lo que has hecho? Anímate, hasta la muerte, nadie está fuera del alcance del perdón de Dios.
Leamos la Biblia: 2 Crónicas
Comentarios recientes