Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató. Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano? Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra.
Génesis 4:8-10
La desobediencia de Adán y Eva trajo el pecado a la raza humana. Es posible que hayan pensado que su pecado (comer un trozo de fruta), no era tan malo, pero noten lo rápido que degeneró en un asesinato. Adán y Eva actuaron sólo contra Dios, pero Caín actuó tanto contra Dios como contra otra persona.
Un pecado pequeño tiene poder para crecer descontroladamente en nuestras generaciones. Deje que Dios le ayude con sus «pequeños» pecados antes de que se conviertan en tragedias familiares.
¿Puedes recordar algún pecado “pequeño”? Chico o grande, tiene el mismo poder degenerador y mortífero.
No permitas que el pecado mate a otras personas en tu vida, acércate con Dios, confiesa tu pecado y recibe Su perdón que te da la oportunidad de irte libre y no pecar más. Leer la Biblia y obedecer Su enseñanza te dará fuerzas para vivir una vida diferente.
Leamos la Biblia
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