¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos! Si los enumero, se multiplican más que la arena; despierto, y aún estoy contigo.
Salmos 139:17-18
Si nos pusiéramos a enumerar los pensamientos de Dios, seguramente nos quedaríamos dormidos en el intento por tantos que son.
Si dedicáramos más tiempo a los pensamientos de Dios que en los nuestros, descansaríamos más, y al despertar descubriríamos algo igual de maravilloso, que Dios sigue estando ahí junto a nosotros, todo el tiempo.
Descansa en los pensamientos de Dios.
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