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Aconteció al año siguiente, en el tiempo que salen los reyes a la guerra, que David envió a Joab, y con él a sus siervos y a todo Israel, y destruyeron a los amonitas, y sitiaron a Rabá; pero David se quedó en Jerusalén.

2 Samuel 11:1

Habiendo sido David nombrado rey y ganado muchas batallas, llegó el tiempo en que decidió no ir a una.

¿Te ha pasado que te cansas y decides que hoy no harás tal o cual cosa? Esto no se refiere a unas vacaciones, sino a dejar de hacer lo que tienes que hacer.

Era el tiempo en que los reyes salían a la guerra, y David decidió no ir. ¿Has decidido tú dejar de hacer algo que te corresponde hacer?

La pereza es la negligencia o descuido de nuestros deberes u obligaciones. Es la falta de voluntad para actuar en lo que nos corresponde.

¿Te diste cuenta que detrás de los gigantes que mencionamos venían otros igualmente peligrosos con ellos?

Pues con el gigante de la pereza, sucede lo mismo.

Este gigante fue el más destructivo para David ya que lo llevó a caer en estos otros: adulterio, mentira, conspiración y asesinato, y las consecuencias fueron devastadoras para su familia.

David era un hombre conforme al corazón de Dios, y aún así cayó en pecado porque no fue diligente.

Cuando Jesús se perdió en el templo y sus padres le confrontaron él les dijo:

Entonces él les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?

Lucas 2:49

¿Tú estás trabajando en los negocios del Padre? ¿O estás siendo perezoso y negligente?

Tal vez tu creas que estás sirviendo a Dios, pero esto puede ayudarte a formarte una idea del dios al que sirves: aquello en que gastes tu tiempo, tus fuerzas y tu dinero, es al dios al que sirves.

¿Realmente estás en los negocios de tu Padre Dios? ¿o estás atendiendo a otros dioses del mundo?

El gigante espiritual de la pereza te hará apartarte de tus deberes para con el Padre, distrayéndote en otras cosas, para que sus secuaces te caigan encima, como lo hicieron con David, porque su principal objetivo es debilitarte.

David pudo vencer a los gigantes anteriores porque estaba fortalecido espiritualmente, pero la pereza nos debilita para no poder levantarnos, ni defendernos y mucho menos, derrotarlos.

¿Tú quieres vencer este gigante el día de hoy? ¿Te sientes debilitado y sin fuerzas en tu corazón para vencer a otros gigantes en tu vida que te están oprimiendo?

En este quinto día de la serie vas a empezar a escuchar muchas voces que te incitarán a quedarte igual, pero queremos que te concentres en una: en la de Dios. Él te va a pedir que confíes en Él y que sigas avanzando por fe en el camino de la diligencia.

Hoy estemos orando por cada uno de los miembros del grupo, para que el Señor los ayude a identificar el gigante de la pereza en sus vidas, porque mañana, lo vamos a derrumbar un ladrillo a la vez y Dios nos va a fortalecer.

Recuerda leer todo el capítulo de 2 Samuel 11. Revisa el plan completo en:
https://instruccionespersonales.com/los-3-gigantes-de-david/



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