Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario; porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos. Si tú le buscares, lo hallarás; mas si lo dejares, él te desechará para siempre.
1 Crónicas 28:9
“El Señor ve cada corazón”. Nada se puede esconder de Dios. David descubrió esto de la manera más difícil cuando Dios envió a Natán para exponer los pecados de adulterio y asesinato de David (2 Samuel 12).
Años más tarde, David instruyó a Salomón a estar completamente abierto y dedicado a Dios. No tiene sentido tratar de ocultar cualquier pensamiento o acción de un Dios que todo lo sabe.
Sé honesto contigo mismo y con Dios, y confiesa esos pecados escondidos en lo profundo de tu corazón.
Leamos la Biblia: 1 Crónicas
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