Entrega

Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; y su marido también la alaba

Prov. 31:28

Gobernar con éxito.

Para saber mandar, hay que aprender a obedecer. Cuando la familia de la mujer virtuosa se levanta, la alaba porque la encuentra haciendo la voluntad de Dios, orando, entregando su día al Señor, atendiendo su primer ministerio que es el gobierno propio y el de su casa.

Ella es símbolo de perfección por haber alcanzado el éxito en diferentes áreas de la vida como esposa, madre, compañera, amiga, hermana, hija. Es reina de su casa por su devoción al Padre, ella se ha entregado totalmente al Espíritu Santo y lo dejado gobernar en su vida y su hogar con sabiduría, justicia, compasión y provoca felicidad en su esposo e hijos.

Ella se entrega a los que ama y es reconocida y recompensada por ellos, porque ella les ha enseñado Su valor, el valor de servir a Dios con amor.

Mujer, cimenta tu vida en Cristo a fin de corresponder al amor que Él nos mostró primero. Déjate gobernar por el Espíritu Santo y verás la mano poderosa de Dios en todo lo que hagas, y Él que mira en lo secreto te recompensará en público para ganancia de su reino.