Añadió David: Jehová, que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, él también me librará de la mano de este filisteo. Y dijo Saúl a David: Ve, y Jehová esté contigo.
1 Samuel 17:37
La confianza de David estaba en la seguridad de lo que Dios había hecho en su vida antes, y de que lo volvería a hacer de nuevo.
¿Qué ha hecho contigo Dios antes? Hoy empieza a recordar de dónde te ha sacado Dios antes y pon tus ojos en que para Él no hay nada imposible.
Y tomó su cayado en su mano, y escogió cinco piedras lisas del arroyo, y las puso en el saco pastoril, en el zurrón que traía, y tomó su honda en su mano, y se fue hacia el filisteo.
1 Samuel 17:40
Cuando a David le quisieron poner la armadura del rey Saúl, le quedó grande, y esto es una referencia para todos nosotros. La armadura es personal, así como la batalla. Y aunque otros puedan ayudarte, lo más importante es cómo vas a manejar tú la situación.
Y metiendo David su mano en la bolsa, tomó de allí una piedra, y la tiró con la honda, e hirió al filisteo en la frente; y la piedra quedó clavada en la frente, y cayó sobre su rostro en tierra.
1 Samuel 17:49
Tú tienes una piedra mejor que la de David, tienes a la roca que es Cristo para derrumbar ese gigante de temor en tu vida.
Entonces corrió David y se puso sobre el filisteo; y tomando la espada de él y sacándola de su vaina, lo acabó de matar, y le cortó con ella la cabeza. Y cuando los filisteos vieron a su paladín muerto, huyeron.
1 Samuel 17:51
No te conformes a verlo derrumbado, tienes que usar la espada de la palabra para cortar con el temor y destruirlo completamente, y entonces, los demás gigantes y secuaces que están con él saldrán huyendo.
La palabra de Dios es tu espada, la Palara de Dios es Cristo, la roca firme en la que descansamos.
Hoy te recomendamos que tomes tu Biblia y que te sumerjas en esas fuentes de agua, toma las piedras necesarias y apunta al gigante, y cuando veas que ha caído por la fe en cristo, corta su cabeza.
Aquí te presentamos cinco piedrecitas para usar el día de hoy a manera de prueba, pero procura traer tu mochila llena de piedras (no para golpear a la gente) sino para derrumbar al gigante del temor, el desánimo y la incredulidad cada día.
5 piedrecitas:
En el día que temo, Yo en ti confío.
Salmos 56:3
Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.
Josué 1:9
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
Isaías 41:10
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
2 Timoteo 1:7
En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.
1 Juan 4:18
Revisa el plan completo en https://instruccionespersonales.com/los-3-gigantes-de-david/
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