Y vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino; y se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo.
Jonás 1:10
Sí, Dios ve todos los esfuerzos que haces y las luchas que tienes para permanecer firme, para seguir creyendo y para obedecerlo, a pesar de todo lo que hay alrededor
Él sabe cuánto te cuesta y te recompensa, no cambiando tu pasado, sino tu futuro.
Y esta oportunidad de vida es también una oportunidad de anunciar a otros la buena noticia. Muchas personas tienen temor de compartir sobre Jesús porque creen que no les van a creer, o que no son sabios o conocedores de la Escritura.
Hay una cosa que las personas no pueden rechazar: tu testimonio.
Cuando tú eres capaz de decirle a alguien como cambió tu vida cuando creíste en Cristo y le diste el control de todo, es imposible que ellos lo rechacen porque te sucedió a ti y eso no lo pueden negar.
Tal vez elijan no creer, pero no pueden negar que lo que a ti te sucedió es porque tu sí creíste, y eso lo van a recordar.
Dios ve lo que haces, y los demás también. No tengas temor de compartir lo que Jesús está haciendo contigo, de todos los cambios que estás experimentando y de cómo tu futuro es diferente.
Recuerda que cuando Dios nos muestra nuestros pecados no es para condenarnos, sino para darnos la oportunidad de dejarlos atrás y vivir libres y llenos de esperanza confiando en Él. Recuérdale eso a los demás también.
Los ninivitas tenían la sentencia de muerte sobre ellos y cuando Dios vio su corazón, que reconocieron sus pecados y decidieron cambiar sus caminos porque creyeron en su Palabra (Jesús), Él que es justo, no pudo más que hacer misericordia porque genuinamente se habían arrepentido.
Hoy que tengas un momentito libre, habla con Jesús y pregúntale si le agrada lo que estás haciendo. Revisa con él si tus caminos son Sus caminos, y su vas por uno equivocado, da la vuelta y regresa.
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