Oremos por nuestras autoridades.
Recordemos que el pueblo de Egipto sufrió por la necedad de faraón.
Es muy importante que nuestras autoridades sean humildes, reconozcan el pecado de la nación y clamen a Dios para salvarnos a todos sus gobernados.
Esta noche y cada que puedas, ora por autoridades temerosas de Dios.
Pero el rey contestó: —¿Y quién es ese Dios? ¿Por qué tendría yo que obedecerlo? ¡No conozco a ningún Dios de los israelitas, ni tampoco voy a dejar que ustedes se vayan! Éxodo 5:2 TLA
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