He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona.
Apocalipsis 3:11
En la lectura de ayer descubrimos que el espíritu de Dios habla al ángel que ministra cada iglesia. Los ángeles son espíritus al servicio de Dios, enviados en ayuda de quienes han de recibir en herencia la salvación. Hebreos 1:14
Hay tres ángeles que conocemos por nombre en la Biblia,
- Lucifer (encargado de la alabanza en el altar de Dios),
- Gabriel (encargado de llevar la Palabra de Dios a los hombres) y
- Miguel (encargado de pelear contra las huestes espirituales defendiendo a los hombres).
Sin embargo, Lucifer se volvió altivo y orgulloso de su labor y queriendo tomar el lugar de Dios, fue despojado de su belleza y responsabilidad (…espanto serás, y para siempre dejarás de ser, dice Ezequiel 28:19).
¿Puedes adivinar a quién le dieron ese trabajo?
Ese trabajo que le quitaron a Lucifer, Dios te lo dio a ti, ahora tú eres el encargado de dar alabanza y adoración y adoración a Dios.
Fuiste creado para alabanza y gloria del Padre.
El orgullo de los padres son los hijos; la alegría de los abuelos son los nietos. Proverbios 17:6
¡Dios te ama y te puso en un lugar especial!
¡Sin embargo, lo has hecho un poco menor que los ángeles, y lo coronas de gloria y majestad! Salmos 8:5
Y hay uno, que consumido por su enojo, estará en pleito constante contigo, por el gran amor que Dios tiene por ti, al punto de enviar a su Hijo Jesucristo a dar su vida por ti para restaurar la relación, para que puedas tú estás frente a Él, cara a cara, y disfrutar nuevamente esa relación de Padre e hijo.
Tú has sido diseñado con un propósito, tú vienes del Padre, estás aquí por el Padre y al Padre regresarás. ÉL te ha dado dones y talentos para adorarlo y hacer de tu alabanza y adoración una melodía celestial, porque tu cuerpo es una orquesta andante, tienes instrumento de viento (pulmones), cuerdas (vocales) y percusión (tus manos y pies tocando toda tu piel)
Lucifer perdió lo que tenía porque se volvió vanidoso, orgulloso y quiso tomar el lugar de Dios, poniéndose por encima, tratando de resolverlo él todo e incentivando a otros a buscarlo a él y no a Dios, persiguiendo sólo sus anhelos, deseos y maquinaciones, y eso lo destruyó.
No caigas tú en la trampa de hacer lo mismo. Tú tienes una corona de gloria y majestad que Dios te ha dado, no la dejes caer!, no dejes que nadie te la quite!, no la apartes de ti!
La única ocasión en que deberás despojarte de ella es cuando la pongas a los pies de Jesús en la adoración celestial.
El diablo intentará tentarte con cosas seductoras para hacerte caer de la gracia y cometer pecados, para que nunca llegues a ese momento de gloria en el cielo.
Jesús sabe que eres de carne y hueso pero Él te dará de Su Espíritu de poder y dominio propio para lograr vencer la tentación y apartarte del mal, si te sometes a Su voluntad y a Sus consejos.
Procura que en cada cosa que hagas, Jesús esté contigo. Ante cada situación pregúntate ¿qué haría Jesús? Y si no lo sabes, abre la Biblia y descúbrelo, ahí está registrado todo lo que Él hizo para enseñarte a salir adelante.
Imagina tu vida cotidiana y trata de filtrarlo todo con este pensamiento:
Si Jesús estuviera a un lado mío ¿lo pensaría?, ¿lo diría? , ¿lo haría? Sabiendo que Él está aquí?
Estamos por concluir la lectura de Apocalipsis, si seguiste el plan semanal seguramente Dios ha revelado cosas muy importantes y valiosas a tu vida. Ahora estás por conocer la culminación del plan perfecto y descubrir la maravillosa vida eterna que nos espera junto a Él en el cielo.
Tú que has sido diseñado para adorar a Dios, gózate leyendo lo que tiene preparado para ti y alábale con todo tu corazón, usa tu voz y tus palmas.
CUIDA LA SALVACIÓN QUE DIOS TE DIO COMO SI ÉL ESTUVIERA A TU LADO.
Lee Apocalipsis 18 al 22 y Salmos 150.
Escucha en un momento libre https://www.youtube.com/watch?v=DlscGj61pqg
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