Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución.
2 Timoteo 3:12
Déjanos contarte de algo sobre Job, el hombre que perdió sus hijos, sus bienes, su salud y su paz prácticamente en un solo día y que aún así exclamó: Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.
Job no atribuyó despropósito a ninguna cosa que le sucedió, ni pecó contra Dios, sin embargo, después de muchos días de aflicción y escarnio, su fe se tambaleó, y en el capítulo 3 del libro, Job maldijo el día en que nació.
Y esto mismo nos puede pasar a nosotros también, aunque seamos hombres y mujeres de fe, que un día, después de muchas pruebas, nuestra armadura se desgaste y entre un dardo del enemigo y nos haga dudar de nuestro propósito.
Job no sabía la estocada que Dios estaba dando a Satanás a través del proceso donde se refinaba su fe, afirmando el amor de Su hijo en las pruebas, pero nosotros sí lo sabemos, y vemos cómo termina el libro: con un Job restituido, próspero y muy, muy bendecido por Dios.
Todos los que queramos vivir la fe en Cristo y ponerla en práctica, vamos a ser perseguidos por Satanás y sus secuaces, esto es una promesa, pero recuerda lo que dice Pablo a Timoteo apenas un versículo antes: persecuciones, padecimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra; persecuciones que he sufrido, y de todas me ha librado el Señor. ( 2 Timoteo 3:11)
Vas a sentir que eres zarandeado, pero Jesús ha rogado por ti para que tu fe no te falte.
Vas a sufrir persecuciones, pero de todas te librará el Señor.
Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado. Romanos 5:3-5
No te rindas, este proceso que estas viviendo producirá un eterno peso de gloria, porque el amor de Dios ha sido derramado en tu corazón por el Espíritu Santo.
Siente hoy como se derrama el poder de Dios sobre ti y te llena de esperanza.
Serie: ¡No te rindas!
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¡Dios te bendiga!
Dios te bendiga por este comentario hermano, es como si lo estuviera esperando y si el mismo Jesús me estuviera animando, es como la respuesta de Dios a muchas oraciones qué le he hablado, y confirmara qué yo soy su siervo, su soldado, y su hijo y que cristo esta esperando que yo venza a sus enemigos en su nombre para también ser salvo