Cuando entró él en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió, diciendo: ¿Quién es éste? Y la gente decía: Este es Jesús el profeta, de Nazaret de Galilea.
Mateo 21:10-11
#Reconócelo
¿Sabes dónde nació Jesús? En Belén de Judea, tal como estaba escrito, sin embargo, las personas que gritaban ¡Hossana! no lo veían del todo así, sino como un profeta de Nazaret.
Había una multitud numerosa aclamando a Jesús, pero había muchos otros que aunque conocían la Escritura, no le reconocieron como el Hijo de Dios.
Actualmente, podemos ver a muchas personas conmoverse con los acontecimientos actuales, que incluso se preguntan Quién es el que transformó nuestra vida, y aunque nosotros sabemos que ÉL ES EL CRISTO, el HIJO DEL DIOS VIVIENTE, para muchos es solo un profeta de una parte del mundo.
Probablemente, esa es una de las razones por las que muchos de los que gritaban ¡HOSSANA!, una semana después gritaba ¡CRUCIFÍQUENLO!
Los hijos de Dios, pero especialmente los siervos, tenemos que ser capaces de reconocer que Jesús es el HIJO DE DIOS. A veces, nuestra fe mengua y nos hace olvidar que Él tiene el poder, que Él es el REY de Reyes y el Señor de Señores, y lo relegamos a una categoría menor en nuestra lista de prioridades.
Siervo de Dios: cuando cuentes tu testimonio y la gente se conmueva, invítalos a que ellos también reconozcan que Jesús es el Hijo de Dios, y no solo un profeta que hacía cosas extraordinarias.
Jesús es el Mesías que el mundo había estado esperando y que entró una vez de forma triunfal a Jerusalén, y que quiere entrar de la misma forma a todos los corazones para salvarlos.
El día de hoy, ora al Señor para que te use para conmover corazones, y que cuando ellos pregunten: ¿quién es éste?, podamos decir: es Jesús, el Hijo de Dios, y ellos puedan recibirlo triunfantemente.
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