Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse; mas los impíos caerán en el mal.

Proverbios 24:16

Hoy te contaremos sobre un hombre más: Elías.

Si tú lees 1 Reyes 18 encontrarás a un Elías clamando a Dios, fuego descendiendo del cielo, una gran matanza y victoria sobre los profetas de Baal y Asera, y al pueblo proclamando que Jehová es el Dios; sin embargo, apenas comienza el capítulo 19 y Jezabel (que no se había aparecido antes), envía un mensajero a decirle que va a matarlo en menos de 24 horas, y Elías huye, temeroso y deprimido, al desierto.

¿Cuántos de nosotros, luego de experimentar un poderoso mover de Dios, no nos hemos sentido heridos por palabras y mensajes en boca de personas (y no de Dios) que vienen a querer robar, matar y destruir nuestra fe?

Elías se fue al desierto, se aisló, y tal vez tú te aísles también, pero Dios no quiere que estés así, quiere atraerte a una comunión más intensa con él porque te queda un largo camino que recorrer.

Y Elías va al monte, y Dios lo hace salir de la cueva, le muestra lo apacible que es Su presencia y le da una misión para coronar su vida, antes de arrebatarlo en un torbellino y llevarlo, sin ver la muerte, al cielo.

¿Recuerdas a Jesús en el monte, con Moisés y Elías a sus costados?

Aunque Elías dudó y temió por su vida, el propósito de Dios siempre fue levantarlo y sentarlo junto a Él, y también planea eso para ti, pero tienes que volver a levantarte.

Y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, Efesios 2:6

Por la fe, Dios te resucitó y hay un lugar para ti junto a Él, no importa cuántas veces caigas, no te rindas, ¡levántate!

Serie: ¡No te rindas!
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¡Dios te bendiga!