No pienses en esa mujer, ni pierdas por ella la cabeza.
Proverbios 7:25 TLA
¿Recuerdas que Sansón descendió y vio una mujer extranjera y se quiso casar con ella? Pues luego la dejó, y yendo a otro lugar, vio a otra, pero esta era prostituta y se acostó con ella.
Fue Sansón a Gaza, y vio allí a una mujer ramera, y se llegó a ella.
Jueces 16:1
El problema que hay en el corazón del hijo de Dios cuando no guarda su alma, es que luego cae en más pecados. Muchas personas comienzan a desestimar el valor del matrimonio y buscan parejas sexuales, o incluso pagan por ellas sin ningún remordimiento.
En Proverbios 7, te recomendamos que lo leas en la versión TLA (Traducción al Lenguaje Actual), ahí encontrarás todo un capítulo que refiere las invitaciones de la mujer infiel, porque hay una diferencia entre la mujer prostituta y la mujer adúltera, la primera quiere tu dinero, pero la segunda quiere tu familia.
El capítulo detalla como esta mujer engaña con sus palabras e inclina el corazón de los hombres.
La sabiduría habla al lector cuando dice: vi entre los muchachos imprudentes, a uno más imprudente que otros.
No debemos ser imprudentes, y si lo somos, debemos buscar la sabiduría de Dios, en lugar de las palabras engañosas del pecado.
El versículo 21 dice: Con tanta dulzura le habló, que lo hizo caer en sus redes.
¿Cuántas veces nos hemos quedado escuchando una conversación equivocada y terminamos cayendo en el error?
¿Cuántas veces hemos apagado la voz del Espíritu Santo y dando rienda suelta al placer sexual fuera de los límites seguros del matrimonio, en lugar de ejercer el poder, amor y dominio propio del Espíritu de Dios?
La sabiduría le dice al jovencito: ¡no pienses en esa mujer, ¡ni pierdas por ella la cabeza! Por culpa suya muchos han muerto; ¡sus víctimas son ya demasiadas!
Si has sido seducido por el pecado sexual, si recibes llamadas, mensajes o tus propios pensamientos te recuerdan continuamente las sensaciones en tu cuerpo y eso conmueve tu alma, escucha lo que te dice la sabiduría hoy: deja de pensar en eso ¡no pierdas la cabeza por esas cosas! Porque la puedes perder y seguir descendiendo aún más, incluso en la locura.
El corazón de Sansón estaba ya sin rumbo, siendo dominado por el pecado y cayendo en adulterio (porque él era un hombre casado)
¿Quieres saber qué tan fuerte es el pecado en tu vida? Tan sólo intenta controlar sin la ayuda de Dios la ira, los celos, la lujuria, los malos pensamientos, y te darás cuenta lo fácil que nos dominan.
Después de esto aconteció que se enamoró de una mujer en el valle de Sorec, la cual se llamaba Dalila.
Jueces 16:4
Sansón dejo a su primera esposa, se involucró con una prostituta y luego se enamoró de otra mujer. Muchas de las veces, cuando se confronta el pecado de la infidelidad, el argumento que se da es que el cónyuge infiel se enamoró de alguien más.
El mundo tiene de moda una frase que dice que amor es amor, pero eso no es amor, porque El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. ( 1 Corintios 13:4-6)
El amor nunca deja de ser y permanece, es decir, es fiel.
Muchas personas creen que el amor es una emoción, y se desaniman cuando ya no sienten lo mismo que antes, pero el amor es una decisión que se toma y se hace crecer cada día.
Si tú reconoces que estás siendo seducido por el pecado sexual al apagar el amor entre el hombre y la mujer buscando solo tu propia satisfacción, al olvidarte de tu compromiso matrimonial, al participar en el adulterio (teniendo relaciones sexuales con otra persona que no es tu cónyuge), al seducir a otros para que rompan sus votos o sean infieles, a participar de la fornicación (que es tener relaciones sexuales antes del matrimonio), o en alguna otra relación inapropiada, queremos decirte que el Señor quiere ayudarte a santificar tus pensamientos.
Si tú sientes que cada vez que intentas hacer las cosas bien, éstos pensamientos pecaminosos te asaltan, atándote y contaminando la voluntad de Dios, te damos una porción en la que puedes apoyarte:
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.
Filipenses 4:8
Cada vez que venga a ti un pensamiento de seducción al pecado sexual, captúralo y tráelo a los pies de Cristo. Mira lo que dice Pablo a los romanos, una sociedad con la conciencia cauterizada sobre la seducción del pecado sexual y transforma esta porción en una oración:
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Romanos 12:2
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