El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.

Juan 14:21

¿Cuántos podemos decir que respetamos los límites de velocidad cuando usamos nuestro vehículo? ¿Qué usamos las direccionales, portamos nuestro carnet de conducir vigente y seguimos al reglamento a la perfección?

Muy probablemente nos demos cuenta que todos hemos fallado alguna vez en alguna cosa y cometido una infracción.

Algunas personas sólo los respetan cuando hay una autoridad cerca, y en nuestra vida espiritual puede suceder algo parecido, actuamos conforme a la voluntad de Dios, hablamos “cristianés” y nos comportamos ordenadamente solo cuando nuestros líderes, hermanos en la fe o pastores se encuentran cerca y el resto del tiempo no, pero igualmente fallamos.

Debemos recordar que tenemos un Dios que siempre nos ve, que no duerme el que nos guarda y a quien no le podemos ocultar nuestras fallas. El versículo de hoy nos invita a no solo oír los mandamientos, a conocer los reglamentos, sino también a guardarlos, atesorarlos y cumplirlos.

Usa el versículo clave de hoy para decirle al Señor en oración: Señor, yo quiero mostrarte mi amor obedeciendo a tus palabras y consejos, teniéndolos en mi corazón y mi mente, y guardándolos como un tesoro y una guía. Yo quiero amarte y ser amado por ti y por el Padre. Dame la oportunidad de mostrártelo y experimentar tu abrazo el día de hoy. Amén.

Serie: Vamos al Taller del Maestro https://instruccionespersonales.com/vamos-al-taller-del-maestro/