Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.
Mateo 25:40
La recompensa de dar es que será a Dios a quien estés dando.
El que se apiada del pobre presta al Señor, Y Él lo recompensará por su buena obra. Proverbios 19:17 NBLA
Hermanos, Dios es fiel y siempre paga, y paga muy bien.
Cada vez que tu eres generoso y discreto con algún necesitado, es a Dios a quien estás dando.
Hay una triada a la que el Señor cuida de forma especial: los huérfanos, las viudas y los extranjeros.
Porque Él es Padre y nos adoptó como hijos, por eso nos pide cuidar a los huérfanos desamparados; Él es Esposo y nos amó como iglesia (pueblo escogido), por eso nos pide cuidar a las viudas desprotegidas; y Él es Rey sobre toda la tierra y nos dio identidad y protección cuando éramos peregrinos del mundo, por eso nos llama a ver por los extranjeros, porque así éramos nosotros antes de que él nos recibiera.
¿Hay algún otro grupo vulnerable que creas que necesita de nuestra generosidad? A nosotros nos vienen a la mente los presos, los enfermos, porque estábamos cautivos por el pecado y necesitados de sanidad, y Dios nos dio libertad y restauración.
Dios nos ha dado grandes recompensas, y espera ver su enseñanza aplicada en los demás que aún están lejos de Él, para que se acerquen.
¿Tienes tú la llave para abrir las cadenas de alguien que conozcas? ¿El Señor te ha dado medicina para compartir con algún herido? Háblales de Jesús y de lo que está haciendo contigo, tal vez ellos crean, le reciban y sean libres.
Lee Mateo 25.
Hoy te invitamos a pensar en todas las veces que has podido ser generoso y a darle gracias a Dios por darte la oportunidad de servirle, aún sin saberlo.
Comentarios recientes