Y se acordó Dios de Raquel, y la oyó Dios, y le concedió hijos.

Génesis 30:22

(Génesis 29; 30:1-24; 31:19; 33:1-7; 35:16-20; Jeremías 31:15)

Raquel fue esposa de su primo Jacob, madre de los patriarcas José y Benjamín, hija menor de Labán y hermana de Lea que también fue esposa de Jacob. Su nombre quiere decir: ovejita y era una mujer muy hermosa. Vivían en Harán. Jacob trabajó 14 años para poder casarse con ella ya que la amaba profundamente, luego de ser engañado para desposar a Lea, su hermana mayor.

Su esterilidad, la fecundidad de su hermana y tener que compartir el mismo esposo, provocó caos, celos y resentimiento entre ambas, compitiendo entre ellas por tener el afecto de su esposo, llevándola a la amargura, el enojo y la frustración, asi como a desesperarse por conseguir hijos de cualquier manera, olvidando que Dios estaba al tanto de ella.

Robó los ídolos de la familia de su padre mediante los cuales esperaba tener prosperidad para ella y su marido, y puso en problemas a su propia familia a causa de eso. Esta acción indica que su fe estaba en los dioses familiares y no el de su esposo.

Finamente pudo dar a luz a José, el preferido de Jacob y murió dando a luz a Benjamín, el más pequeño de los hijos de su esposo.

La primera impresión que Raquel produce es favorable; es atractiva por su personalidad, modales y vestido, y rápidamente conquista el afecto de Jacob; pero esta opinión cambia cuando hurta y miente respecto a los terafines (ídolos) de su padre.

Aunque en su matrimonio tuvieron su historia de amor, la envidia se filtró entre ellos y trajo luchas y amargura en su relación, afectando sus vidas.

¿Qué lección podemos encontrar?

  • Las expectativas y los sueños incumplidos suelen producir amargura y enojo.
  • El atractivo físico no siempre resulta en satisfacción.
  • La envidia genera competencias y discordias.
  • El deseo de tener hijos no debe volvernos impacientes ni acusadoras cuando Dios tenga otros planes.
  • Debemos dejar atrás nuestras costumbres familiares para unirnos a nuestro esposo como si fuéramos una sola persona.
  • Dios es la única fuente que puede satisfacer nuestra necesidad.
  • A pesar de la infertilidad, Dios tiene un plan de vida.

¿Tú puedes encontrar alguna otra?

¿Hay algo en la vida de Raquel que puedas aplicar el día de hoy?

¿Qué quiere decirte Dios sobre esto?

Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.

Génesis 2:24

Ella es una de tantas mujeres ¡que tienes que conocer!

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100 Mujeres de la Biblia que rompieron paradigmas.
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