Aún en la cárcel Pedro dormía porque confiaba en que, aunque no pueda ver, Dios siempre está obrando.
Propón en tu corazón para que cuando Él envíe a su ángel a despertarte, te levantes inmediatamente y ¡seas libre!
Descansa en el poder de Dios para salir fortalecido de cualquier adversidad.
Y he aquí que se presentó un ángel del Señor, y una luz resplandeció en la cárcel; y tocando a Pedro en el costado, le despertó, diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas se le cayeron de las manos.
Hechos 12:7
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