Dios te oye.
Dios te reconoce.
Dios te cuida.
Dios te ama.
Dios te habla.
Dios te espera.

Por cada hombre, por cada mujer, niño, abuela, tío, vecina, compañero, amiga que ora, Dios interviene.

No te canses de orar.
No grites al aire.
No esperes que la gente cambie sola.
No dejes de creer.

Dios es fiel y El puede, es más grande que cualquier gigante al que te puedas enfrentar, confía y obedécelo. El es el Único que nunca, jamás te defraudará.

El te oirá y te defenderá.

Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré,

y él oirá mi voz.

Salmos 55:17