Así hablarás a los levitas, y les dirás: Cuando toméis de los hijos de Israel los diezmos que os he dado de ellos por vuestra heredad, vosotros presentaréis de ellos en ofrenda mecida a Jehová el diezmo de los diezmos.

Números 18:26

Hay quien pueda pensar que un servidor de Dios no debe recibir un pago porque servir a Dios es suficiente recompensa, pero el Espíritu, a través del apóstol Pablo decía a Timoteo (y a nosotros) que el obrero es digno de su salario (1 Timoteo 5:18)

Cuando trabajas para Dios, Dios paga, y paga muy bien.

Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. Filipenses 4:19El dinero no es la única forma de pago ni de riqueza que Dios provee, pero sí forma parte importante de ella.

Dios suple todas las necesidades de sus siervos y como recompensa, todo levita también debe ofrendar a Dios el diezmo de los diezmos que recibe para el alimento de la casa.

Porque finalmente, todo lo que recibimos, de Dios lo recibimos, como un regalo.

¿Habrá quién no agradezca un regalo?

Tener trabajo, casa, familia, estudio, ministerio, salud, riqueza, etcétera, es un regalo. Si no lo crees, pregúntale a quien no tiene.

Agradece a Dios sus regalos dándole al cuerpo de Cristo (la iglesia) una décima parte en agradecimiento de todo lo que has recibido.