Señor esta noche reconocemos que el pecado nos aleja de tí y que al final de cuentas, todo lo que hemos hecho mal termina por separarnos y llevarnos a la muerte.
Te pedimos perdón porque nuestros pecados exponen a muchos que hoy tienen que hacer frente a las calamidades (que nosotros mismos hemos provocado), por dejar de escuchar tus advertencias y no seguir tus instrucciones.
Esta noche te pedimos por todo el personal que está en la primera línea de atención al público, al personal de transporte, seguridad y salud, y por sus familias.
Señor envía a tus ángeles y protégelos, tú eres escudo y fortaleza a los que en tí confían. Si ellos no lo saben, nosotros sí lo sabemos y los traemos delante de ti con fe, como los amigos que llevaron al paralítico y lo salvaste por la fe de ellos.
Si usted conoce a alguien que tiene que trabajar en estos tiempos, llévelo hoy a los pies de Jesús en su oración, menciónelo por nombre delante de su presencia con humildad en su corazón y Jesús que siempre escucha, porque usted ha tenido fe, Dios hará algo.
A nadie nos agrada pasar por eso, pero si hemos llegado hasta aquí pidamos perdón a Dios genuinamente, arrepintámonos de nuestros pecados y pidamos a su Hijo Jesucristo, quien murió, fue sepultado, resucitó y apareció a muchos testigos, que nos sale hoy y salve a todas las personas por las que hemos rogado esta noche. Si usted siente amor por su familiar, compañero, amigo, vecino que tiene que salir de casa y exponer a su familia, entregue su vida al Señor, dele el control de todo lo que es y si quiere que Dios haga un cambio y le dé una oportunidad, pídale que lo transforme y que lo ayude a serle fiel.
Hoy usted tiene la oportunidad de ayudar a alguien desde la su casa con su oración. No desperdicie el tiempo, los días son malos, y sólo en Jesucristo hay salvación.
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Desde luego que ningún castigo nos gusta en el momento de recibirlo, pues nos duele. Pero si aprendemos la lección que Dios nos quiere dar, viviremos en paz y haremos el bien.
Por todo eso, no debemos dejar de confiar totalmente en Dios. Si la vida es como una carrera, y ustedes tienen ya cansadas las manos y débiles las rodillas, cobren nuevas fuerzas.
Corran por un camino recto y parejo, para que el pie que esté cojo se sane y no se tuerza más.
Traten de vivir en paz con todos, y de obedecer a Dios; porque si no lo hacen, jamás lo verán cara a cara.
Hebreos 12:11-14 TLA
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