Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo….
Mateo 28:19
Dice Redimi2que a él lo den por loco, y que a él no le molesta ni siquiera un poco, y que hay muchos locos como él.
Porque el evangelio es locura para el mundo.
La gente no se puede creer que la bendición de Dios es riqueza libre de preocupaciones, y que nada es más importante que la mirada de aprobación de Dios sobre nosotros.
Y estamos locos, porque habiendo experimentado un día la presencia de Dios, nos dimos cuenta que los más de mil que vivimos lejos de él fueron un desperdicio.
Y nos volvemos locos, porque habiendo cometido tantos errores y pecados, Jesús no se horrorizó de nosotros, sino que nos miró con ternura, a pesar de toda la podredumbre que nos cargábamos encima, nos abrazó con su perfecto amor y nos quitó todos los temores.
Y nos levantamos locos de agradecimiento, porque tenemos una paz que no podemos explicar, y aunque a veces nos invade una duda, no damos cuenta que no tiene ni razón ni explicación, porque Jesús se ha hecho cargo de todo y lo único que nos pide es que todo esto que estamos experimentando, lo compartamos con otros, para que se vuelvan locos como nosotros y vivan realmente felices.
Así que andamos buscando a otros para contagiarles la locura, porque antes estábamos condenados a muerte y ahora tenemos una esperanza de vida, y esta esperanza es también para los que vienen delante de nosotros.
Y queremos sumergirlos en la locura hasta que se den cuenta que ya no son lo que eran antes, que son ¡nuevas criaturas! Llenas de posibilidades y de poder de Dios para renovar las mentes y transformar un corazón de piedra, en uno de carne que late de amor por los demás.
Por tanto, Jesús nos exhorta a volvernos locos e ir y hacer otros locos como tú y como yo, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
Ve a buscar y hacer discípulos de Cristo.
Ora para que el Señor te contagie la locura del evangelio y que muchos otros sean transformados a Su imagen, para que donde vayan, trastornen el mundo entero.
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