Y ella respondió: Vive Jehová tu Dios, que no tengo pan cocido; solamente un puñado de harina tengo en la tinaja, y un poco de aceite en una vasija; y ahora recogía dos leños, para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que lo comamos, y nos dejemos morir.1 Reyes 17:12
(1 Reyes 17; Lucas 4:26)
Era una mujer viuda de la región de Sarepta, madre de un niño pequeño que, ante la sequía, no contaba con más que un poco de aceite y harina para cocer un último pan para ella y su hijo y dejarse morir. El profeta le pidió que le cocinara primero y por fe, ella cedió su ultimo alimento. Su acto ante si situación desesperada le valió la provisión de Dios al llenarse las vasijas de casa y no escasear sus contenidos. Cuando su hijo enfermó y murió, el profeta oró a dios y éste le concedió la vida del muchacho. Fue entonces cuando la viuda reconoció el poder de Dios.
¿Qué lección podemos encontrar?
- La generosidad trae bendición a nuestro hogar y nuestros hijos.
- El servicio a los demás le complace a Dios.
- Las pruebas pueden hacernos creer que Dios nos castiga, pero Él sólo quiere llevarnos a un nuevo nivel de crecimiento.
¿Tú puedes encontrar alguna otra?
¿Hay algo en la vida de la viuda de Sarepta que puedas aplicar el día de hoy?
¿Qué quiere decirte Dios sobre esto?
Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
Juan 6:35
Ella es una de tantas mujeres ¡que tienes que conocer! ¡Comparte esta información con alguien más!
100 Mujeres de la Biblia que rompieron paradigmas.
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