Yo te ruego que hagamos un pequeño aposento de paredes, y pongamos allí cama, mesa, silla y candelero, para que cuando él viniere a nosotros, se quede en él.
2 Reyes 4:10
(2 Reyes 4:8-37)
Ella y su esposo eran ancianos destacados en Sumen, pero no tenían hijos. Al identificar a Eliseo como hombre de Dios, pidió a su esposo que le construyeran una habitación de huéspedes para él. El profeta le anunció que tendría un hijo, el cual nació, creció, enfermó y murió a corta edad. Ella buscó a Eliseo quien lo resucitó y les advirtió que habría una hambruna, por lo que los instó a irse a otro lugar. Obedeciendo la indicación del profeta, estuvieron siete años después y al regresar, y el rey le devolvió sus tierras y las ganancias de ellas.
¿Qué lección podemos encontrar?
- La hospitalidad es un don que debemos practicar.
- La sensibilidad a las necesidades de los demás permite que Dios tenga cuidado de nosotros también.
- La fe y la obediencia a las instrucciones de Dios nos provee grandes bendiciones.
¿Tú puedes encontrar alguna otra?
¿Hay algo en la vida de la sunamita que puedas aplicar el día de hoy?
¿Qué quiere decirte Dios sobre esto?
No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles.
Hebreos 13:2
Ella es una de tantas mujeres ¡que tienes que conocer! ¡Comparte esta información con alguien más!
100 Mujeres de la Biblia que rompieron paradigmas.
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