La mujer era griega, y sirofenicia de nación; y le rogaba que echase fuera de su hija al demonio.

Marcos 7:26

(Mateo 15:21-28, Marcos 7:24-30)

Era extranjera y gentil (que no pertenecía al pueblo judío). Tenía una hija endemoniada, razón por la cual gritaba a Jesús desde lejos por ayuda. Aunque los discípulos querían despedirla por no pertenecer al pueblo judío, Jesús prueba su fe con una frase que pudiera desanimar a cualquiera, pero ella reconoce su posición y con humildad le pide ayuda, por lo cual Jesús la alaba y le otorga lo que pidió.

¿Qué lección podemos encontrar?

  • Debemos ser persistentes en nuestras oraciones a Dios.
  • Una palabra dicha con humildad tiene más valor para Jesús que los gritos de reconocimiento.
  • Nuestra fe será probada y debemos ser aprobados.
  • Dios no hace acepción de personas.

¿Tú puedes encontrar alguna otra?

¿Hay algo en la vida de la mujer sirofenicia que puedas aplicar el día de hoy?

¿Qué quiere decirte Dios sobre esto?

En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo.

1 Pedro 1:6-7

Ella es una de tantas mujeres ¡que tienes que conocer! ¡Comparte esta información con alguien más! 100 Mujeres de la Biblia que rompieron paradigmas.

Escucha la enseñanza adicional madre e hija – Día 58 – La mujer sirofenicia