Pero él dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, ve en paz.

Lucas 7:50

(Lucas 7:36-50)

Esta mujer, que desconocemos su nombre, era pecadora y entró a casa de Simón el fariseo. En lugar de dirigirse al dueño de la casa, entró directamente a atender y a servir a Jesús con un frasco de aceite perfumado para ungirlo. Lavó Sus pies con sus lágrimas, los secó con su cabello y los ungió con el perfume. Su acción le valió la condenación de las personas, pero ella comprendió plenamente el perdón de Cristo y no sintió vergüenza de mostrar su amor por Él en público. Jesús la defendió y la puso como ejemplo de alguien restaurado por el amor.

No debe confundirse con María de Betania (Mateo 26:6-13) porque son situaciones y mujeres distintas.

¿Qué lección podemos encontrar?

  • Al que mucho se le perdona, mucho ama.
  • No debemos tener vergüenza de mostrar nuestros sentimientos hacia Dios.
  • Habrá personas que no entiendan nuestra devoción a Jesús pero eso no debe impedir que lo honremos públicamente.
  • Dios perdona todos los pecados de un corazón genuinamente arrepentido.
  • El amor cubre multitud de errores.
  • Jesús no se avergüenza de nosotros.

¿Tú puedes encontrar alguna otra?*

¿Hay algo en la vida de mujer pecadora que puedas aplicar el día de hoy?

¿Qué quiere decirte Dios sobre esto?

Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados.

1 Pedro 4:8

Ella es una de tantas mujeres ¡que tienes que conocer! ¡Comparte esta información con alguien más!

100 Mujeres de la Biblia que rompieron paradigmas.