Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella había sido hecho, vino y se postró delante de él, y le dijo toda la verdad.
Marcos 5:33
(Marcos 5:24-34, Mateo 9:18-22; Lucas 8:43-48)
Sufría hemorragias crónicas desde hacía 12 años, lo cual la hacía inmunda socialmente y la convertía en una marginada, por lo que usó todo su dinero en tratamientos, pero su condición empeoró, gastando todos sus recursos. Acercándose a Jesús desde atrás, tuvo fe para ser sana solo con tocar el borde de su manto. Siendo hecho, Jesús la buscó en la multitud, elogiando su fe y llamándola hija de forma cariñosa. La condición de su enfermedad probablemente le avergonzaba, ya que se acerca por detrás y sin querer hablar del asunto, y aunque una cantidad tan frecuente de hemorragias podría haberla debilitado, vemos su fe firme y enérgica como para mezclarse entre la multitud aún poniendo su vida en riesgo.
¿Qué lección podemos encontrar?
- Toda situación de enfermedad, además de traerla delante de Dios, requiere una valoración médica.
- Por más vergonzoso que sea lo que estemos sufriendo, podemos ir con confianza a Jesús.
- Una enfermedad puede ser la ocasión para que alguien conozca el poder de Jesús y fortalecer nuestra fe.
- Por la fe, podemos ser considerados hijos para Dios.
Tú puedes encontrar alguna otra?
¿Hay algo en la vida de la mujer con flujo de sangre que puedas aplicar el día de hoy?
¿Qué quiere decirte Dios sobre esto?
Y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios está derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos es dado.
Romanos 5:5
Ella es una de tantas mujeres ¡que tienes que conocer! ¡Comparte esta información con alguien más! 100 Mujeres de la Biblia que rompieron paradigmas.
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