Entonces la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal.
Génesis 19:26
(Génesis 19, Lucas 17:32)
Se casó con Lot, sobrino de Abraham y Sara, quien era un hombre justo y rico. Vivieron en la ciudad de Sodoma con sus dos hijas. Los ángeles de Dios visitaron a su esposo y les advirtieron de la destrucción de la ciudad a causa de la inmoralidad, por lo que los ayudaron a huir con la consigna de no mirar atrás. En un deseo de recuperar lo perdido, ella desobedeció la indicación y se convirtió en estatua de sal.
Jesús habla de ella en Lucas para recordarnos la importancia de no obsesionarnos con las posesiones materiales en el momento de la prueba porque lo perderemos todo.
¿Qué lección podemos encontrar?
- Debemos considerar la protección que hay en obedecer las indicaciones que Dios nos da.
- Dios quiere sacarnos de la perversión de este mundo para ponernos a salvo.
- Hay personas que desprecian el futuro con Dios por añorar el pasado sin él, y nunca avanzan.
- Detenernos a darle más valor a las cosas materiales puede hacer que lo perdamos todo.
¿Tú puedes encontrar alguna otra?
¿Hay algo en la vida de la esposa de Lot que puedas aplicar el día de hoy?
¿Qué quiere decirte Dios sobre esto?
Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.
Lucas 9:62
Ella es una de tantas mujeres ¡que tienes que conocer!
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100 Mujeres de la Biblia que rompieron paradigmas 004
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