Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?
Juan 8:4
(Juan 8:1-11)
Una mujer anónima de Jerusalén. Aprovechando su concupiscencia (inclinación a pecar), la utilizaron para tender una trampa a Jesús. Cuando fue sorprendida en el acto de adulterio, fue traída al templo y exhibida en público, siendo condenada por sus acusadores a morir apedreada y finalmente redimida por Jesús, con la advertencia de que no pecara más.
¿Qué lección podemos encontrar?
- Las consecuencias del pecado de adulterio y fornicación son compartidas.
- Dios conoce las motivaciones de los acusadores y siempre los confronta.
- Dios perdona la infidelidad y nos condiciona a no repetirla.
- Todos hemos pecado y no tenemos derecho a juzgar a los demás.
- Jesús es el único que puede acusarnos, sin embargo nos defiende y nos da la oportunidad de vivir diferente.
- Nuestra tarea no es condenar pecadores, sino llevarlos a Jesús para que él los transforme.
- El propósito de la ley es prevenirnos y desanimarnos de transgredirla.
- Jesús no busca nuestra condenación, sino nuestra restauración.
¿Tú puedes encontrar alguna otra?
¿Hay algo en la vida de la adúltera que puedas aplicar el día de hoy?
¿Qué quiere decirte Dios sobre esto?
Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia.
Romanos 5:20
Ella es una de tantas mujeres ¡que tienes que conocer! ¡Comparte esta información con alguien más!
100 Mujeres de la Biblia que rompieron paradigmas.
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