Acabo de leer un poco sobre Jehú, uno de los reyes de Israel. Hombre en extremo fiero, valiente y celoso de cumplir y hacer cumplir la palabra de Dios.

Él llevó a cabo todo lo dicho por Dios sobre exterminar a Acab y Jezabel, su descendencia, el culto a Baal, sacerdotes, templos y todo peeeeero…….. con todo eso no se apartó de sus pecados.

Apartó A TODOS, pero dejó algunos suyos pendientes.

¿Cuántas veces somos muy radicales en destruir todo «lo malo» que hacen los demás, pero nosotros seguimos haciendo lo mismo?

Dios nos llama a cumplir y hacer cumplir su palabra, primero en nosotros.

Señor, este día te pido, que antes de querer corregir a otros y conquistar una nación para tí, sea capaz de conquistar todo eso que tengo dentro de mí y que no te gusta. Esfuérzame y házme valiente para derrumbar todos los ídolos que llevo dentro y apartarme de los malos caminos.

Si quieres leer la historia megaintensa de Jehú, lee 2 Reyes 9 y 10.

Recuerda que todas enfrentamientos en el Antiguo Testamento eran físicos, las peleas eran entre personas, pero en el Nuevo, todo es espiritual, ahora tendrá que enfrentarte a todos tus miedos, pecados y malas costumbres para destruirlos con la unción del Espíritu Santo.

Pídele a Dios que derrame en ti la unción necesaria, a través de Cristo, para que seas más que vencedor.