Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.

Apocalipsis 12:11

Los discípulos han recibido un entrenamiento en fe y obediencia, y están entrenados no para ser servidos, sino para servir.

Aunque la niñez espiritual es preciosa, llena de mimos y cuidados amorosos, todos tenemos un crecimiento espiritual al que debemos aspirar de forma natural.

De hijos a creyentes, y de creyentes a discípulos.

De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.

Juan 14:12-17

El Señor Jesucristo nos ha llamado a hacer cosas mayores, pero es necesario vencer los obstáculos de nuestra carne, del mundo y de Satanás, ¿y cómo lo haremos?

Poniendo en práctica lo que vimos en los días anteriores y recordando el versículo clave de hoy:

  • La sangre del Cordero. Recordando que hemos sido comprados por precio y tenemos dueño: Jesucristo es nuestro Señor y Salvador.
  • La palabra del testimonio. Poniendo en práctica Sus enseñanzas y transformando nuestro carácter de tal forma que todos vean a Cristo actuando a través de nosotros en todo lo que pensamos, decimos y hacemos.
  • Menosprecio de nuestra vida hasta la muerte. Crucificando al hombre/mujer que antes éramos para que ya no vivamos nosotros, sino que viva Cristo en nosotros y estando dispuestos a ir por Él hasta el fin.

Serie: Haciendo de cada creyente un discípulo