En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.
Juan 7:37-39
Hoy Jesús se pone de pie y alza la voz a todos los que tengan oído para oír: cree en mí y de tu interior correrán ríos de agua viva.
¿Tú crees verdaderamente en Jesús?
¿Qué Él puede hacer eso y más en ti?
Hoy Dios ha enviado a su Hijo a que recibas el poder de Su Espíritu Santo, a ti que has glorificado a Jesús creyendo en que él es el Hijo de Dios, quien murió y resucitó para salvarte.
Lo hizo una vez, y puede salvarte de nuevo, a ti y a tu familia.
Cree en Jesús, cree en el Padre y que Él ha enviado su Espíritu Santo no solo a soplar en ti aliento de vida para resistir, sino a llenarte de poder, amor y dominio propio.
Busca con intensidad al Señor y pídele que corran en ti esos ríos de agua viva, que tu seas una fuente de agua que refresque a todos los que están cerca de ti, que cuando alguien se acerque y descanse a tu lado pues contarle que Cristo te ha dado una oportunidad de vida, que él ha saciado tu alma y te ha hecho libre de la insatisfacción que tenías, que ya no eres esclavo del temor porque ahora eres un hijo de Dios.
Si tú crees en Jesús, ya no vives, tú, ahora vive Cristo en ti, y lo que vives ahora en la carne, lo vives también en la fe de aquel que te amó y dio su vida por ti, por lo que puedes estar seguro que si lo dio todo por ti, no hay nada que escape de Su poder en tu vida.
No caigas en la tentación de volver atrás, de cavar cisternas innecesarias, de creer que tú eres la fuente de satisfacción, de ceder al amor del dinero, el poder o el entretenimiento, hoy toma una decisión de caminar libre por la fe y de ser una fuente de agua porque el río de Dios y sus aguas salutíferas fluyen a través de ti, para compartir la vida eterna con los demás.
¡Oigan! ¿Alguien tiene sed? ¡Que venga y beba, aunque no tenga dinero! ¡Vengan, elijan el vino y la leche que gusten: todo es gratis!
Isaías 55:1 NBV
El texto enseña que la fe debe de estar basada en la escritura como regla de fe y conducta, pues la escritura es inerrante infalible exalada por Dios; creemos en la infalibilidad de las escrituras por eso toda fe que no esté basada en las escrituras son sucedáneos de la fe pero no tendrá la sustancia y esencia de la verdadera fe…