No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado, y entretejido en lo más profundo de la tierra.
Salmos 139:15
Desde que estabas siendo formado en lo oculto del vientre de tu madre, los ojos de Dios estaban puestos sobre ti.
Cada detalle de tu cuerpo es formidable, dile a tu alma que se maraville porque Dios escribía en su libro toda tu vida y la iba formando con amor y paciencia: células, órganos y sistemas.
Esa nariz, ese lunar, la forma de tus ojos y cómo se inclina tu boca hacia un lado cuando sonríes, Dios las puso ahí y ama esos detalles de ti que te hacen único y maravilloso ante sus ojos. Dios te puso un nombre con el que sólo Él te conoce.
Tal vez tú creas que a Dios se le escapó un defecto, o que tal vez se olvidó de ti cuando alguien te lastimó, que quizá se quedó dormido o estaba ocupado en otra cosa cuando te hirieron y te dañaron, pero no.
Ahí estaba Él, intercediendo por ti delante de Dios y de tu agresor, para que el Padre y su Espíritu te fortalecieran y no fueras destruido.
Porque en el principio, cuando todo estaba desordenado y vacío, Dios estaba creando y ordenando todo.
- En la penumbra del vientre de tu mamá, Dios tejió Sus sueños en ti.
- En la indiferencia de las personas, Dios trabaja tu seguridad.
- En la apatía de los demás, Dios te enseña paciencia.
- En el dolor Dios te enseña la compasión.
Dios usa todo y lo transforma para tu bien.
Es verdad que ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios transformó ese mal en bien para lograr lo que hoy estamos viendo: salvar la vida de mucha gente.
Génesis 50:20
Así le dijo José a sus hermanos que lo vendieron como esclavo, y que pasó años en la cárcel donde Dios los estaba preparando para administrar toda una nación.
Porque un buen marinero no se hace en un mar en calma, sino en la ferocidad de una tormenta.
Es en el fuego de la aflicción donde el acero es moldeado golpe a golpe hasta hacerlo tan firme y fuerte que está listo para resistir cualquier batalla.
“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.”
Jeremías 29:11.
Busca que tus pensamientos sean los de Dios. Él no se equivoca, él no permitió que todos los obstáculos en tu vida te destruyeran, Él quiere que te transformen.
Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla. La vasija se echó a perder en su mano, y Dios hizo de ese barro otra vasija, otra forma, mejor que la primera.
¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel.
Jeremías 18:3-4, 6
Así eres tú en las manos de Dios. Tú no puedes reinventarte a ti mismo. Necesitas que tu Creador lo haga. Él conoce tus fortalezas y debilidades, Él sabe de qué astilla se formará una obra de arte, Él conoce en qué hueco de ti podrá injertar un renuevo de vida.
Porque cuando te sientes que sólo eres polvo, él pone en ti, como en Adán, aliento de vida y vuelve a hacerte un ser viviente.
¿Necesitas ser transformado?¿Renovado?
Criatura, pide hoy a tu Creador que te enseñe los planes que tiene para ti y déjate moldear en Sus manos.
No vivan según el modelo de este mundo. Mejor dejen que Dios transforme su vida con una nueva manera de pensar. Así podrán entender y aceptar lo que Dios quiere para ustedes y también lo que es bueno, perfecto y agradable a él.
Romanos 12:2
Deja el mundo atrás, el rencor y el dolor, pon tu vida en las manos de Dios y mira todo lo que el cielo tiene por delante.##
Oremos para ver cómo Dios transforma todo a nuestro alrededor, cuando empieza a renovar nuestro interior. Piensa en alguien que te haga dañado en el pasado y toma hoy la decisión de perdonar. Aunque no lo sientas, porque el perdón no es una emoción, es una decisión, y ese será el primer el paso de transformación.
Lee Génesis del 16 al 20 y Salmos 139.
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