Jehová envió a Natán a David; y viniendo a él, le dijo: Había dos hombres en una ciudad, el uno rico, y el otro pobre.
2 Samuel 12:1
Dios envía al profeta Natán a hablar con el rey, y éste le cuenta una historia.
¿Te ha pasado que cuando no sabes cómo enfrentar un asunto, empiezas con un relato?
Pues la Biblia está llena de ellos. Dios usa la historia de vida de otros en el pasado para mostrar el pecado en las nuestras y llevarnos en un proceso de restauración.
David, un hombre que amaba a Dios, había caído en pecado y lo había alejado de Dios, endureciendo su corazón.
¿Se ha acercado a ti alguien para hablar de tu relación con el Señor? ¿Hay algo en tu vida que te esté apartando de Él?
No es fácil confrontar un pecado.
Generalmente despierta el enojo y el rechazo, pero no te asustes, es un reflejo de que el pecado ha creado una coraza, pero sigue confiando, Dios va a romper esa barrera, si confías en Él.
Si Dios ha enviado a alguno de Sus siervos a hablarte, o tú eres uno de los siervos que debe hablar con alguien más, pide al Señor sabiduría para abordar el asunto.
Esfuérzate y sé valiente, pero no para pelear, sino para cuidar de hablar conforme a la voluntad de Dios y no la tuya.
Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
Josué 1:7-8
Serie: Dios busca nuestra restauración.
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