Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco. Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo: Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos?
Juan 6:7-9
Felipe estaba viendo con sus ojos naturales, pero Andrés escuchó la conversación y vio una oportunidad en un muchacho con cinco panes y dos peces.
Tal vez tu pienses hoy que tus recursos son limitados, que no alcanzarían para tantos, pero si tú estás dispuesto a dar aún tu propia comida por los demás (como este muchacho), en las manos de Dios esto puede convertirse en algo poderoso.
¿Recuerdas que el servicio va de la mano con el sacrificio? Este muchacho escogió dar todo lo que tenía, quedarse sin comer, por una multitud que en lo natural era imposible saciar (y que ni conocía). ¡Yo quiero una fe así! Que, a pesar de las imposibilidades, crea que en las manos de Dios ¡sí hay posibilidades!
¿Te gustaría que Dios transforme todo lo que tú le entregas para servir a otros?
Oración: Señor, estoy dispuesto a dar aunque me duela, porque creo en ti y en lo que harás en los demás, a través de mí. Amén.
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¡Dios te bendiga!
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