Día 3 – Levántate

Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y dijo: Joven, a ti te digo, levántate. 

Lucas 7:14

Justo cuando la corrupción esta por destruir todo dentro de nosotros, Jesús se acerca. Cuando todos huyen, cuando el peso del dolor hace que todos quieran salir corriendo, Jesús dice: ¡Detente!

Yo no sé que esperaba la viuda de la escena, pero había alguien que le decía que no llorara y le pedía a todos que se detuvieran, entonces Jesús dice unas palabras muy específicas que deben haber hecho que todos detuvieran la respiración:  Joven, a ti te digo; levántate.

Antes de que Dios haga algo impresionante en nuestras vidas, tenemos que hacer una pausa y tenemos que creer que sus palabras tienen poder. Cuando Jesús entra en escena las tinieblas huyen porque Él es la Luz del mundo, cuando la presencia de Jesús es manifiesta la muerte queda invalidada porque Él es la VIDA y es ABUNDANTE.

Una palabra de Dios tiene poder y Jesús hablaba no solo con poder sino también con autoridad, porque el Padre estaba con Él.

¿Necesitas que Jesús se acerque a ti hoy y con un toque Suyo todo se detenga, todo el dolor, toda corrupción del pecado y todo avance de la muerte y la tiniebla queden invalidados, que Él diga una palabra para que lo muerto resucite en ti?

ORACIÓN: Padre, Espíritu Santo, hoy clamo por Jesús. Jesús acércate a mí, toca mi vida y haz que el dolor se detenga, que todo alrededor enmudezca y que pueda sentir tus palabras sobre mí levantando todo lo que ha caído, rejuveneciendo lo que ha envejecido y resucitando lo que ha muerto. Jesús, tan solo acércate a mí, yo creo que si tú dices la palabra, y será hecho. Amén.

Serie: Jesús y la viuda de Naín. Puedes revisar el plan completo en: https://instruccionespersonales.com/jesus-y-la-viuda-de-nain/