Entonces fue traído a él un endemoniado, ciego y mudo; y le sanó, de tal manera que el ciego y mudo veía y hablaba.

Mateo 12:22

En otra ocasión, trajeron a Jesús a otro endemoniado que no solo era mudo, sino también un ciego.

¿Es posible que así como nos es imposible declarar la bondad de Dios, también nos es imposible verla, reconocerla, identificarla?

¿Vemos calamidad, opresión, dureza, agresividad, hay en nosotros un pesimismo, un velo para ver la bondad en los demás e incluso, para tener compasión de aquellos que aún no han sido transformados por Dios?

Jesús, el Santo de Dios, tiene poder y autoridad para sanar a todos aquellos que no puedan ver y tampoco hablar de Sus maravillas, para que puedan verlas y proclamarlas.

¿No te gustaría que tus ojos espirituales fueran abiertos para ver el corazón de los demás, para poder identificar Sus necesidades y ofrecerles la amistad de Jesús para que sean satisfechas?

¿No sería a maravilloso que además de verlas, también las pudieras compartir con libertad, sin temor ni vergüenza?

Yo oro por ti: Padre, hoy te ruego que se caigan las escamas y se rompa el velo que divide lo natural de lo espiritual para que puedan discernir lo que Tú quieres que ellos hagan; que quienes están leyendo esto puedan conocer a Jesús y a ti mismo, y que sean libres para anunciarlo a todas las personas. Amén.

ORACIÓN: Señor, quita toda ceguera de mí para que yo pueda verte y no ignorarte; destraba mi lengua, para que yo te reconozca y te comparta y no me quede mudo más ante las mentiras del mundo y proclame Tu verdad. Amén.

INTERCESIÓN: Por salvación para Paty y su familia, que Dios transforme su hogar en casa de Dios y puerta del cielo.

Serie: Libertad a los cautivos | Revisa el plan completo en https://instruccionespersonales.com/libertad-a-los-cautivos/