La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de Jehová, y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos. Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto secos en gran manera. Ezequiel 37:1-2
El profeta Ezequiel fue llevado en el Espíritu a un lugar desolador, lleno de muchísimos huesos y secos en gran manera, y aunque pareciera un valle de sombra y de muerte, estaba vivo en medio de ellos.
¿Te has sentido en esta situación? ¿Ves el panorama espiritual alrededor no solo desolador, doloroso y angustiante, sino que además, no parece haber esperanza alguna? La palabra dice que el espíritu triste seca los huesos, y a nuestro alrededor hay personas con su espíritu entristecido y secos en gran manera.
El Señor llevó al profeta a ese lugar y el mismo Señor te ha puesto hoy a ti en un valle así con un propósito: tú estás vivo en Cristo. Observa bien en el Espíritu, deja que Él te haga pasar cerca de las personas que están a tu alrededor, que te muestre aquellos que están secos, tirados, postrados o secos en gran manera. ¿Verdad que son muchos?
Date un tiempo a solas con Dios y pídele que te muestre el panorama alrededor y lo que Él quiere que hagas al respecto.
Oración: Señor, despierta mi espíritu con Tu voz, llévame a esos sequedales donde Tú quieres hacer algo impactante y úsame para tu gloria. Amén.
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