Cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que llevaban a enterrar a un difunto, hijo único de su madre, la cual era viuda; y había con ella mucha gente de la ciudad.
Lucas 7:12
Esa viuda vivía en la ciudad de Naín, al sur de Nazaret. En los tiempos de Jesús, aquella mujer que se quedaba sin el sustento de su esposo o de sus hijos, quedaba en el desamparo total. Esta mujer no solo estaba reviviendo el dolor del pasado al haber perdido a su esposo ahora que también se añadía la muerte de su hijo, ella también ahora enfrentaba la incertidumbre de un futuro solitario y miserable.
Aunque Dios permite que seamos acompañados por una familia de la fe y que llore con nosotros y amortigüe el dolor, no hay multitud que pueda llenar el vacío de nuestro corazón, porque hay huecos que sólo tienen el tamaño de Cristo.
Y entonces, en medio de dolor, aún en medio de nuestra propia incredulidad, sin hablarlo llamado, Él hace su aparición en nuestras vidas.
¿Te gustaría que Jesús apareciera en este momento en tu vida?
ORACIÓN: Jesús, te necesito, yo quiero conocerte más, quiero poder verte y sentir la paz que sólo tú puedes dar, ven y visítame, toca la puerta de mi corazón que quiero dejarte entrar. Amén.
Serie: Jesús y la viuda de Naín. Puedes revisar el plan completo en: https://instruccionespersonales.com/jesus-y-la-viuda-de-nain/
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