Hierro con hierro se aguza; y así el hombre aguza el rostro de su amigo.
Proverbios 27:17
¿Has intentado usar un cuchillo o unas tijeras sin filo? Seguramente has terminado reemplazándolos por unos que sí lo tengan para cumplir tu misión. Así como es necesario una persona bien adiestrada para afilar el hierro, para que una persona sea edificada apropiadamente en el carácter de Cristo necesitamos hombres y mujeres adiestrados en la sabiduría de la palabra de Dios.
Es maravilloso tener un amigo con quien puedes “afilar” tu mente, alguien con quien hablar de cosas provechosas y asuntos espirituales que te refresquen, fortalezcan, te lleven a aprender algo nuevo y a cumplir tu propósito.
También es valioso tener un amigo que nos pueda hablar con verdad y gracia lo que está mal de nosotros, igual que es necesaria una lima de metal para afilar el cuchillo.
De esa limadura pueden saltar chispas y pequeños fragmentos de nosotros mismos que necesitan ser desechados. Hay conversaciones complejas entre amigos que debemos aprender a escuchar con humildad y amor, recordando que las palabras vienen con el propósito de edificarnos.
Procura amistades que te aprecien tanto que sean capaces de decirte con amor lo que necesitas escuchar y ora para que Dios te ayude a ser esa persona que edifique a otros. Así como Jesús oró para encontrar a sus doce discípulos, pide también a Dios que te ayude a encontrar a aquellos que serán el hierro que te perfeccione.
Oración: Señor, gracias por esos amigos que edifican, ayúdame a ser uno de ellos. Amén.
Serie: Sé un buen amigo. Revisa el Plan completo en: https://instruccionespersonales.com/se-un-buen-amigo/
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