fbpx
Echa las redes

Volvieron los filisteos a hacer la guerra a Israel, y descendió David y sus siervos con él, y pelearon con los filisteos; y David se cansó.

2 Samuel 21:15

David estaba haciendo la voluntad de Dios. Estaba cumpliendo Su llamado y propósito, pero sus fuerzas ya no eran las de un joven.

¿Te ha sorprendido el cansancio en medio de la batalla? ¿Te han extrañado las huellas de la edad o el paso de los años en tu caminar hacia la meta?

Tal vez, tú te sientas como Caleb espiritualmente. Dispuesto a conquistar otro monte, pero físicamente, tu cuerpo ya no responde igual.

Otras traducciones dicen en esta porción que David desmayó. ¿Te has sentido que desmayas y desfalleces en medio de las pruebas?

David se cansó y estuvo en peligro de muerte.

Y en nuestra vida cristiana nos podemos encontrar haciendo la voluntad de Dios, pero ya sin fuerzas, y hay un enemigo al asecho listo para apagar la Luz de Cristo en nosotros.

Este es el peligro de este gigante, que está listo para vernos caer, matarnos y destruir a muchos más después de nosotros.

Pero al mismo tiempo, hoy es un día para reconocer nuestra humanidad. Que esa limitación es una oportunidad para que Dios se fortalezca en tu debilidad. Que es día de reconocer cuánto le necesitamos.

¿Cuál es esa situación que te está agobiando hasta desmayar el día de hoy?

¿Puedes reconocer algo en tu vida que te está consumiendo las fuerzas y que te hace sentir cansado en el camino de la fe?

Hoy es el día de decirle al Señor, lo reconozco, en mis fuerzas yo no puedo ¡te necesito!

Este día, vamos a venir al Señor reconociendo nuestra necesidad de Él, y con honestidad, reconociendo también esas limitaciones donde queremos que Dios se perfeccione.

Es necesario que expongamos el gigante de cansancio para que Dios empiece a obrar entre nosotros.

Hoy te queremos compartir una herramienta de poder mientras Dios nos revela una estrategia el día de mañana:

Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.

2 Corintios 12:9

Bástate mi gracia, que Yo me fortalezco en tu debilidad, te dice hoy el Señor.


Echa las redes
error: Contentenido protegido !!