Si el día de hoy tú no comprendes lo que te pasa, y si las cosas no son lo que parecen, no te conformes, sé honesto y ten confianza para decirle a Jesús que aún no ves bien y que quieres poder hacerlo.
Jesús no quiere que mires a medias, Él quiere restablecerte por completo, para que veas de lejos y claramente todo.
Una vez que eso suceda, deja atrás la incredulidad y cuéntale a todos las maravillas que ahora puedes ver.
Lee la historia del ciego sanado en Betsaida en Marcos 8:22-26
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