El hombre iracundo promueve contiendas; mas el que tarda en airarse apacigua la rencilla.

Proverbios 15:18

No te entremetas con el iracundo, ni te acompañes con el hombre de enojos, no sea que aprendas sus maneras, y tomes lazo para tu alma.

Proverbios 22:24-25

Medita en los versículos del día de hoy. ¿Puedes identificar porqué es necesario poner en práctica el consejo de hoy?

Tal vez puedas identificar a alguna persona iracunda a tu alrededor, o tal vez tú lo seas.

El apóstol Pablo le dice a la iglesia de Éfeso: éramos por naturaleza hijos de ira (Efesios 2:3). Esos eran los frutos que brotaban de nuestra carne, pero ahora que conocemos a Cristo, Él nos ofrece una nueva oportunidad:

Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.

Mateo 5:9

Somos llamados a ser pacificadores. Nosotros somos lámparas que reflejan la luz de Cristo, nuestro propósito es ser sal y luz en el mundo, peor recordando que ya no somos de este mundo.

Que este consejo nos recuerde que los demás deben ver en nosotros la nueva vida que nos dio Cristo, y que si vamos al mundo, ellos puedan reconocer que somos diferentes, que ya no nos dejamos llevar por la ira sino que compartimos la paz de Dios y hablamos de la esperanza en Cristo Jesús.

Transforma los versículos de hoy en una oración personal:

Señor, ayúdame a mantener la calma y apaciguar las rencillas (Proverbios 15:18)

Padre, enséñame a reflejar tu paz con las personas iracundas para que ellas aprendan de ti a través de mi y sus almas sean libres. Si yo he sido un iracundo, hazme libre a mi también y apártame de esa forma de vivir. (Proverbios 22:24-25)

Serie: Consejos sabios
Revisa aquí el plan completo: https://instruccionespersonales.com/consejos-sabios/