Con misericordia y verdad se corrige el pecado, y con el temor de Jehová los hombres se apartan del mal.

Proverbios 16:6

Recapitulemos un poco sobre lo que vimos esta semana:

  • Consultar a Dios antes de actuar.
  • Hablar Su palabra y no la nuestra.
  • Compartir el mensaje de arrepentimiento en cualquier lugar.
  • Confirmar la palabra de Dios y compartirla con cualquier persona.
  • Ser santo, como Dios es santo.

Hoy queremos compartirte un punto muy importante, que la Verdad siempre están acompañadas de misericordia.

A veces, a la hora de compartir la palabra de Dios con dureza, pero no debemos olvidar que está diseñada para hacer justicia y misericordia.

Cuando la gente experimenta el temor de Dios, se aparta del mal, pero es con misericordia y verdad que se corrige el pecado.

La corrección siempre debe estar acompañada de misericordia, es decir, una oportunidad.

Siempre que salgamos a compartir la palabra de Dios, recordemos que nosotros estamos reflejando el carácter misericordioso de Dios también.

¿Recuerdas a Moisés cuando golpeó la roca?

Dios quería hacer misericordia con su pueblo, aunque éste era imperfecto. Él le pidió a Moisés que le hablara frente a la congregación, porque quería enseñar a sus hijos que hablando con él recibirían saciedad en sus vidas y recibirían abundantemente; sin embargo, Moisés golpeó la roca, y el pueblo, en lugar de ver en Moisés el carácter misericordioso de Dios, vio la ira y el enojo.

Cuando compartamos la palabra de Dios, recordemos que estamos reflejando Su carácter, no el nuestro, y que aunque este quiere corregir el pecado, está esperando la oportunidad de hacer misericordia.

El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.

2 Pedro 3:9

La promesa del regreso del Señor está cerca, pero Dios quiere que reflejemos Su carácter que anhela que ninguno se pierda, sino que se arrepientan.

En este último día de la serie, e invitamos a recordar que la impartición, consulta, consejo y predicación de la Palabra debe estar llena siempre de Verdad (que es Cristo) y de amor.

Enseños a las personas el temor de Dios, que no es más que una forma de sentir tanto respeto y reverencia que no le queremos fallar, y recordemos que con misericordia y Verdad, el pecado será corregido.

¡Dios te bendiga!

Serie: El mensaje de Dios encubierto.