¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿o si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente?

Lucas 11:11

Por más buenos que intentemos ser como padres, jamás vamos a poder compararnos con el Padre celestial.

Muchas veces queremos darles todo a nuestros hijos, pero nuestras limitaciones nos lo impiden. Y si podemos darles todo, tampoco podemos hacerlo porque aún no están preparados para manejarlo. 

Pero a veces, no hemos tenido un modelo de padre adecuado, y hemos sufrido porque su ausencia dejó un hueco en nuestro corazón.

Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá.

Salmos 27:10

Aunque las personas que Dios haya puesto sobre nuestras vidas como padres y/o autoridades no hayan cumplido su función correctamente, Dios no nos dejará solos, Él nos recogerá de la situación de abandono y nos cuidará en sus brazos de amor.

Si eres o tuviste un padre ausente, recuerda que el único que puede cambiar a las personas es Dios. Pídele por que cambie eso.

Si tú quieres ser el reflejo del Padre en tu hogar o en tu futura familia, comienza a pedirle a Dios que te guíe para lograrlo.

Este es el tiempo en que puedes hacerlo: ¡hoy!

Pídele a Dios que te muestre cómo es el Padre que siempre soñaste y cómo convertirte en uno.

Él sabe de qué tienes necesidad, pero quiere oírte decírselo.

¿Qué necesitas hoy de tu Padre celestial? ¿Paz, seguridad, fe, confianza, amor, perdón, misericordia?

Pídeselo y guárdalo en tu corazón, para que cuando él provea para ti, tú puedas proveer para otros también.

Como padres no sólo debemos proveer el alimento natural y la seguridad social, también somos encargados de la provisión emocional y espiritual de nuestro hogar.

Seamos de bendición en nuestra casa, con nuestros amigos, compartamos de la provisión que hemos recibido de Dios a otros.

El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.

Mateo 6:11

Hoy Señor, no lo de mañana, te pido que cubras mis necesidades hoy y que sea lo necesario para que lo pueda compartir con otros.

Eso que tú necesitas, pídeselo a Dios cada día, al despertar, que seamos dignos de un salario que provenga de la mano de Dios para satisfacer las necesidades de los que están alrededor.

Y alimentaba José a su padre y a sus hermanos, y a toda la casa de su padre, con pan, según el número de los hijos.

Génesis 47:12

Que sin importar lo que tengamos que pasar en nuestra vida, el Señor nos bendiga de tal manera que podamos, así como José, alimentar a nuestros padres, hermanos e hijos, y si Él así lo decide, hasta a una nación entera.

No te canses de pedirle a Dios que transforme tu vida y te convierta en lo que Él soñó.

Imita a Dios siendo un buen proveedor.

Oremos para que la bendición del trabajo sobre nuestras vidas esté presente, que no nos falte la provisión, pero que sobre todo, el Señor bendiga a cada varón como proveedor de su hogar, para que traiga el alimento físico y espiritual a casa, y que a través de la bendición de Dios, pueda satisfacer las necesidades de toda su familia, para que todos vean cuán grande es el Señor. Que cada uno de nosotros sea responsable de cumplir la voluntad de Dios en nuestro futuro y nuestra familia.

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