Sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.
Efesios 4:15-16
Parte de la estrategia consiste en trabajar en equipo.
¿Recuerdas que el camino de la fe no se hace en solitario? Elías se deprimió cuando Jezabel quería matarlo, pensando que sólo él había quedado, y estaba en una depresión profunda.
Elías no estaba solo y tú tampoco, había otros más escondidos que el Señor había preservado, y hay toda una iglesia allá afuera que el Señor está reservando para que trabajen juntos y manifiesten el poder de Cristo.
Aunque a lo mejor a ti te parezca raro, todos ustedes unidos forman un cuerpo, donde cada miembro tiene una función específica y es necesario, todos son importantes y cada uno trabaja diferente, algunos en e; en el cuerpo encontrarás que algunos están agrupados en equipos (sistemas) y si tú sientes que no encajas ahí es porque probablemente tú pertenezcas a otro, pero no estas aislado.
Mantente unido al cuerpo de Cristo, no te apartes.
¡Todos los miembros del cuerpo de Cristo están diseñados para ayudarse mutuamente!
Porque el objetivo del cuerpo es ejecutar las ordenes del cerebro, que es la cabeza y la cabeza es Cristo.
El cansancio te puede hacer querer apartarte de la iglesia y de tus obligaciones, pero debes hacer lo opuesto: debes unirte más y comprometerte más, porque los demás están comprometidos para ayudarte y tú tienes el mismo compromiso con ellos, es mutuo.
Probablemente tú te sientes cansado, pero ellos lo están también y necesitan que la carga sea repartida y no se sobrecargue la espalda de nadie.
Hay un enemigo de la unidad entre los creyentes, se les conoce como los mutiladores del cuerpo, éstos son orquestados por huestes espirituales de maldad pero operan a través de las personas.
Siempre que veas que algo está dividiendo a los hermanos en la fe, en la familia espiritual o incluso en la natural, tú debes identificar que hay un mutilador del cuerpo detrás y que tu guerra no es contra la persona, sino contra el espíritu de división que hay detrás.
Por eso es tan importante que te unas más al cuerpo, para que no den lugar a que el diablo mutile el cuerpo de Cristo quitando un miembro importante.
¿Cómo contrarrestamos esto y fortalecemos la unidad? Te dejamos esta herramienta poderosa:
Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.
Filipenses 2:3-4
El día de hoy no actuemos ni egoísta ni vanidosamente, seamos humildes y pensemos más en los intereses de Dios que en los nuestros.
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